Around the world, el último espectáculo de Brodas Bros, es una apuesta por mostrar al público las vivencias y las anécdotas que la compañía catalana de danza urbana ha ido recopilando durante su recorrido internacional. Estas experiencias vividas se plasman en forma de viajes de danza urbana futuristas que toman una dimensión especial combinadas con la última tecnología de luces, láseres, proyecciones interactivas y mappings.
Lo que pasa en la noche se queda en la noche... Así describe Sol Picó este espectáculo, en el que hace un guiño al Paral·lel de los años. La artista y coreógrafa se inspira en el género de revista, que tanta popularidad dio al Paral·lel de aquella época, y que incorporaba características que hoy en día todavía son transgresoras como la interdisciplinariedad, la ruptura con la moral tradicional y la expresión de las transformaciones sociales.
Este es un proyecto inspirado en la escultura neoclásica de Las tres gracias de Antonio Canova, referente universal de la belleza, las proporciones y la medida. En el escenario, cuatro bailarines construyen un juego entre la realidad y la ficción que cuestiona los cánones de belleza. Siguiendo la partitura de música clásica de Vivaldi y Strauss y la música electrónica y contemporánea de Matmos y Koudlam, Graces va tejiendo una pieza escultórica y pop que investiga los distintos tonos de un encanto insolente que puede anular todos los estándares de belleza.
En Nomad, el coreógrafo y bailarín belga Sidi Larbi Cherkaoui nos descubre un mosaico de elementos que habitan en el desierto. Este paisaje desolado es una metáfora de la libertad final, pero también de la imposibilidad de sobrevivir. Los bailarines-nómadas parecen aislados en este entorno, que también puede ser una representación del mundo actual, el cual, a ojos de algunos grupos minoritarios, puede parecer un lugar peligroso para vivir.
Piero Steiner, Andrés Corchero, Pep Ramis y Enric Ases firman e interpretan esta pieza poética, tragicómica y arisca que invita a reflexionar sobre sentimientos que a todos nos revuelven: la esperanza, la decepción, la necesidad de luchar o de rendirse, los sueños revolucionarios y la implacable realidad. Un espectáculo sobre la amistad, la rabia y la ternura en el que cuatro hombres maduros nos muestran al niño, al viejo y al loco que llevan dentro.
En Baile de autor, todos los elementos —la luz, el sonido, el cante, la guitarra, la música y el baile— cobran vida e interactúan para generar un espectáculo que teje lazos de unión en el artista, como coreógrafo y bailaor. Se encuentran, en una misma persona, un director que sueña y un bailaor que baila. Y el resultado es una fantasía dancística dividida en distintas coreografías que forman un montaje lleno de creatividad. Un sueño que solo el artista imagina pero que ahora todos podemos ver.
A partir del chamán Davi Kopenawa, de la cultura yanomami, Lia Rodrigues hace referencia al mito del fin del mundo: una danza ritual en la que diez bailarines evocan con sus ritmos la necesidad de preservar la selva amazónica de las catástrofes ecológicas. Una pieza muy orgánica en la que el público está en el mismo plano y donde se utiliza harina, café y cúrcuma sobre los cuerpos de los bailarines para simbolizar la naturaleza dañada.